FANTASMAS

Me he despedido tantas veces, de tan diversas maneras, con diferentes palabras y viviendo distintos procesos previos para convencerme que esta vez sí es la definitiva. Sin embargo, parece que no logro dejarlos ir, aunque sé que es hora de abandonarlos, de que pasen a ser parte del pasado, lejano y distante....Aquí están, en mi copa, en mi plato, en los muros y en el pavimento, a donde sea que mire, están, a veces móviles y otras inhertes, pero siempre presentes.

Hay días en que me responden, en que interactúan conmigo, incluso, en ocasiones me buscan, me siguen y me miran fíjamente a los ojos. La mayor parte del tiempo se dejan mirar, se dejan alabar y admirar, no se dignan a responder, sólo se dejan.

Me deshago en excusas para llamar su atención, para que me miren y me hablen, me vuelvo controversial, digo cosas que no pienso, hasta vulgar puedo ser, con tal que me respondan, que me detengan, que me lancen una pachotada, lo que sea por una reacción....pero la mayor parte del tiempo, se dejan.

Invento historias, las armo a partir de lo que sé de ellos, para encontrar elementos comunes entre sus vidas y mis cuentos. hasta he cambiado mis hábitos alimenticios, para que les repugne lo que como y me encaren y me recriminen, pero no les importa ni lo que cuento ni lo que como, ellos sólo se dejan.

Cuando me hablan, cuando me miran, una increible felicidad me llena el alma, siento la mirada de Dios sobre mí, siento que se me concede un honor tan grande que no logro disimular la emoción. En esos momentos ellos se dejan ver, de verdad, en el fondo, en su escondida humanidad y yo, pequeña y bendecida soy capaz de ser testigo de tan notable visión...Y yo no sé cuando voy a ser capaz de dejar de verlos, de dejar de oirlos, de dejarlos ir.