martes, octubre 24, 2006

Entrevista a Rita Levi-Montalcini

Esta es una entrevista que le hicieron a Rita Levi-Montalcini, premio nobel de medicina en 1986, al cumplir 100 años.
Hay puntos de vista con los que no concuerdo, pero lo importante es que ella parece estar haciendo exactamente aquello que le gustaría estar haciendo, la plenitud...


- ¿Cómo celebrará sus 100 años?
- Ah, no sé si viviré, y además no me placen las
celebraciones. ¡Lo que me interesa y me da placer es
lo que hago cada día!
- ¿Y qué hace?
- Trabajo para becar a niñas africanas para que
estudien y prosperen ellas y sus países. Y sigo
investigando, sigo pensando...
- No se jubila.
- ¡Jamás! ¡La jubilación está destruyendo cerebros!
Mucha gente se jubila, y se abandona... Y eso mata su
cerebro. Y enferma.
- ¿Y cómo anda su cerebro?
- ¡Igual que a mis 20 años! No noto diferencia en
ilusiones ni en capacidad. Mañana vuelo a un congreso
médico...
- Pero algún límite genético habrá...
- No. Mi cerebro pronto tendrá un siglo..., pero no
conoce la senilidad. El cuerpo se me arruga, es
inevitable, ¡pero no el cerebro!
- ¿Cómo lo hace?
- Gozamos de gran plasticidad neuronal: aunque mueran
neuronas, las restantes se reorganizan para mantener
las mismas funciones, ¡pero para ello conviene
estimularlas!
- Ayúdeme a hacerlo.
- Mantén tu cerebro ilusionado, activo, hazlo
funcionar, y nunca se degenerará.
- ¿Y viviré más años?
- Vivirá mejor los años que viva, que eso es lo
interesante. La clave es mantener curiosidades,
empeños, tener pasiones...
- La suya fue la investigación científica...
- Sí, y sigue siéndolo.
- Descubrió cómo crecen y se renuevan las células del
sistema nervioso...
- Sí, en 1942: lo llamé nerve growth factor (NGF,
factor de crecimiento nervioso), y durante casi medio
siglo estuvo en entredicho, ¡hasta que se reconoció su
validez y en 1986 me dieron por ello el premio Nobel!
- ¿Cómo fue que una chica italiana de los años veinte
se convirtió en neurocientífica?
- Desde niña tuve el empeño de estudiar. Mi padre
quería casarme bien, que fuese buena esposa, buena
madre... Y yo me negué. Me planté y le confesé que
quería estudiar...
- Qué disgusto para papá, ¿no?
- Sí. Pero es que yo no tenía una infancia feliz: me
sentía patito feo, tonta y poca cosa... Mis hermanos
mayores eran muy brillantes, y yo me sentía tan
inferior...
- Veo que convirtió eso en un estímulo...
- Me estimuló también el ejemplo del médico Albert
Schweitzer, que estaba en África para paliar la lepra.
Deseé ayudar a los que sufren, ¡ése era mi gran
sueño...!
- Y lo ha hecho..., con su ciencia.
- Y, hoy, ayudando a niñas de África para que
estudien. Luchemos contra la enfermedad, sí, ¡pero
todo mejorará si acaba la opresión de la mujer en esos
países islamistas...!
- La religión ¿frena el desarrollo cognitivo?
- Si la religión margina a la mujer frente al hombre,
la aparta del desarrollo cognitivo.
- ¿Existen diferencias entre el cerebro del hombre y
el de la mujer?
- Sólo en las funciones cerebrales relacionadas con
las emociones, vinculadas al sistema endocrino. Pero
en cuanto a las funciones cognitivas, no hay
diferencia alguna.
- ¿Por qué todavía hay pocas científicas?
- ¡No es así! ¡Muchos hallazgos científicos atribuidos
a hombres los hicieron en verdad sus hermanas, esposas
e hijas!
- ¿De veras?
- No se admitía la inteligencia femenina, y la dejaban
en la sombra. Hoy, felizmente, hay más mujeres que
hombres en la investigación científica: ¡las herederas
de Hipatia!
- La sabia alejandrina del siglo IV...
- Ya no acabaremos asesinadas en la calle por monjes
cristianos misóginos, como ella. Desde luego, el mundo
ha mejorado algo...
- Nadie ha intentado asesinarla a usted...
- Durante el fascismo, Mussolini quiso imitar a Hitler
en la persecución de judíos..., y tuve que ocultarme
por un tiempo. Pero no dejé de investigar: monté mi
laboratorio en mi dormitorio... ¡y descubrí la
apoptosis, que es la muerte programada de las células!

- ¿Por qué hay tan alto porcentaje de judíos entre
científicos e intelectuales?
- La exclusión fomentó entre los judíos los trabajos
intelectivos: pueden prohibírtelo todo, ¡pero no que
pienses! Y es cierto que hay muchos judíos entre los
premios Nobel...
- ¿Cómo se explica usted la locura nazi?
- Hitler y Mussolini supieron hablar a las masas, en
las que siempre predomina el cerebro emocional sobre
el neocortical, el intelectual. ¡Manejaron emociones,
no razones!
- ¿Sucede eso ahora?
- ¿Por qué cree que en muchas escuelas de Estados
Unidos se enseña el creacionismo en vez del
evolucionismo?
- ¿La ideología es emoción, es sinrazón?
- La razón es hija de la imperfección. En los
invertebrados todo está programado: son perfectos.
¡Nosotros, no! Y, al ser imperfectos, hemos recurrido
a la razón, a los valores éticos: ¡discernir entre
bien y mal es el más alto grado de la evolución
darwiniana!
- ¿Nunca se ha casado, no ha tenido hijos?
- No. Entré en la jungla del sistema nervioso ¡y quedé
tan fascinada por su belleza que decidí dedicarle todo
mi tiempo, mi vida!
- ¿Lograremos un día curar el alzheimer, el parkinson,
la demencia senil...?
- Curar... Lo que lograremos será frenar, retrasar,
minimizar todas esas enfermedades.
- ¿Cuál es hoy su gran sueño?
- Que un día logremos utilizar al máximo la capacidad
cognitiva de nuestros cerebros.
- ¿Cuándo dejó de sentirse patito feo?
- ¡Aún sigo consciente de mis limitaciones!
- ¿Qué ha sido lo mejor de su vida?
- Ayudar a los demás.
- ¿Qué haría hoy si tuviese 20 años?
- ¡Pero si estoy haciéndolo!
LVD.-
Publicado por Licenciatura en Gerontologia, Febrero
13, 2006 10:49 PM Enlace permanente

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente!
grandes las mujeres como ella, ejemplo para nosotros.
paz

clausa dijo...

Supongo que el mensaje es que cada vez que nos preguntemos o nos pregunten ¿qué te gustaría estar haciendo ahora? podamos decir "lo que estoy haciendo". Suena muy difícil, sobretodo porque no vivimos solos en el mundo, estamos rodeados de personas por quienes debemos hacer cosas que, tal vez no son lo que preferiríamos hacer, pero supongo que lo que se hace por amor a otros, también vale para estos casos.

Anónimo dijo...

Me encantaría poder responder eso de corazón. Algún día, no muy lejano, lo haré.
Es difícil cuando la evolución de la especie humana avanza tan rápido, surgen tantos estímulos a cada instante, se puede acceder a tanto y confundirse.
Cuando por lo mismo, cuesta ser feliz con lo que se tiene, y se quiere más.

paz