
Cuando era niña, mi mamá compró una Enciclopedia de Historia Contemporánea donde aparecían fotografías y relatos acerca de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki y sus secuelas. Me impresionó mucho saber de eso y ver las fotos de niños que quedaron pegados, unos a otros, de sombras que quedaron grabadas en el piso a consecuencia del infierno vivido por esa gente. No podía entender qué buena razón pudo llevar a alguien a tomar la decisión de causar ese nivel de daño a otros....no lo entendí en esa oportunidad y no lo entiendo aún.
Hasta el día de hoy me impresiona que sigan jugando a manipular este tipo de armas, me impresiona aún más la poca cobertura que se les da a los grupos de manifestantes que no son pocos y que piden la abolición de estas armas genocidas.
Porque me parece que es necesario recordar este tipo de errores, para no volver a cometerlos, comparto una noticia acerca del 60 aniversario de la bomba de Hiroshima...
HIROSHIMA, Japón (Reuters) - Decenas de miles de personas de todo el mundo se reunieron el sábado en Hiroshima, Japón, para conmemorar el 60 aniversario del ataque a la ciudad con una bomba atómica y para renovar la petición de abolición de las armas nucleares.
El aniversario del primer ataque en la historia mundial con una bomba atómica sucede mientras los poderes de la región siguen con las discusiones en Pekín para pedirle a Corea del Norte que abandone su programa nuclear.
Esta situación es vista por Tokio como una amenaza potencial y es una de las razones de las crecientes peticiones de Japón para reforzar la defensa y buscar una mayor colaboración militar con Estados Unidos.
Bajo un brillante sol, supervivientes del ataque y sus familiares se reunieron en el Parque Memorial de la Paz cerca de la 'zona cero', donde la bomba atómica estalló la mañana del 6 de agosto de 1945 matando a miles de personas y dejando la ciudad arrasada.
Varios dignatarios -entre los que estuvo el primer ministro japonés Junichiro Koizumi- estuvieron en la ceremonia en Hiroshima, ubicada a unos 690 kilómetros al sudoeste de Tokio.
A las 8.15 a.m. hora local, hora en que el avión B-29 Enola Gay lanzó la bomba, la gente presente en el lugar y en toda la ciudad guardaron un minuto de silencio en memoria de aquellos que perdieron la vida.
Las campanas sonaron en los templos e iglesias, y la gente que estaba en los coches que recorrían la ciudad se inclinaron en recuerdo de los muertos.
'Este 6 de agosto (...) es un momento de herencia, de despertar, y de compromiso, en el que heredamos el compromiso de las víctimas de la bomba para la abolición de las armas nucleares y la realización de una paz mundial genuina', dijo el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, a los presentes en los actos de conmemoración.
Akiba dijo en su Declaración de Paz que los cinco poderes nucleares establecidos, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China, así como India, Pakistán y Corea del Norte están 'poniendo en riesgo la supervivencia humana'.
Cuando la bomba estalló en Hiroshima, se desató una mezcla de onda expansiva de altas temperaturas y radiación que mató a miles de personas de forma inmediata. El saldo de víctimas mortales llegó a fines de 1945 a unas 140.000, sobre una población estimada en 350.000.
Miles más fallecieron posteriormente, víctimas de cáncer y enfermedades derivadas de la exposición a la alta radiación.
El 9 de agosto, tres días después del ataque a Hiroshima, otra bomba atómica cayó sobre la ciudad de Nagasaki. Japón se rindió el 15 de agosto.
En la ceremonia del sábado, otros 5.375 nombres fueron agregados a la lista de muertos de Hiroshima, elevando el total a 242.437.
En tanto, algunos sobrevivientes -que en promedio tienen actualmente 73 años- se lamentan de que, a medida que muchos de ellos mueren, los recuerdos del horror vivido también desaparecen con ellos.
El aniversario del primer ataque en la historia mundial con una bomba atómica sucede mientras los poderes de la región siguen con las discusiones en Pekín para pedirle a Corea del Norte que abandone su programa nuclear.
Esta situación es vista por Tokio como una amenaza potencial y es una de las razones de las crecientes peticiones de Japón para reforzar la defensa y buscar una mayor colaboración militar con Estados Unidos.
Bajo un brillante sol, supervivientes del ataque y sus familiares se reunieron en el Parque Memorial de la Paz cerca de la 'zona cero', donde la bomba atómica estalló la mañana del 6 de agosto de 1945 matando a miles de personas y dejando la ciudad arrasada.
Varios dignatarios -entre los que estuvo el primer ministro japonés Junichiro Koizumi- estuvieron en la ceremonia en Hiroshima, ubicada a unos 690 kilómetros al sudoeste de Tokio.
A las 8.15 a.m. hora local, hora en que el avión B-29 Enola Gay lanzó la bomba, la gente presente en el lugar y en toda la ciudad guardaron un minuto de silencio en memoria de aquellos que perdieron la vida.
Las campanas sonaron en los templos e iglesias, y la gente que estaba en los coches que recorrían la ciudad se inclinaron en recuerdo de los muertos.
'Este 6 de agosto (...) es un momento de herencia, de despertar, y de compromiso, en el que heredamos el compromiso de las víctimas de la bomba para la abolición de las armas nucleares y la realización de una paz mundial genuina', dijo el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, a los presentes en los actos de conmemoración.
Akiba dijo en su Declaración de Paz que los cinco poderes nucleares establecidos, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China, así como India, Pakistán y Corea del Norte están 'poniendo en riesgo la supervivencia humana'.
Cuando la bomba estalló en Hiroshima, se desató una mezcla de onda expansiva de altas temperaturas y radiación que mató a miles de personas de forma inmediata. El saldo de víctimas mortales llegó a fines de 1945 a unas 140.000, sobre una población estimada en 350.000.
Miles más fallecieron posteriormente, víctimas de cáncer y enfermedades derivadas de la exposición a la alta radiación.
El 9 de agosto, tres días después del ataque a Hiroshima, otra bomba atómica cayó sobre la ciudad de Nagasaki. Japón se rindió el 15 de agosto.
En la ceremonia del sábado, otros 5.375 nombres fueron agregados a la lista de muertos de Hiroshima, elevando el total a 242.437.
En tanto, algunos sobrevivientes -que en promedio tienen actualmente 73 años- se lamentan de que, a medida que muchos de ellos mueren, los recuerdos del horror vivido también desaparecen con ellos.
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