Etcéteras!!!

Las despedidas son fenómenos notables y extraños. Son cortes en la vida, límites, finales, fronteras, puntos, sin etcéteras. Es casi contranatura, porque la vida fluye, transcurre y la mayoría de nuestras vivencias llevan implícitos los etcéteras. Claro, casi nunca se sabe si un episodio de la vida será un episodio único o será parte de una novela dividida en capítulos más o menos extensos. Por otro lado he oido decir a distintas personas que a una determinada historia le falta madeja por desenrrollar, porque hay personas, relaciones, conocimientos, disciplinas, modas, etc (otra vez) que pareciera que aún no nos han aportado todo lo que tienen que aportar, ya sea porque o son muy profundas, o calzan mucho con una o uno, o se repiten una y otra vez en nuestra historia, sin terminar de producir un efecto decidor.

Es por todo esto que me parece tan extraño interrumpir y terminar algo que, tal vez pudo ser profundo, que quizás calzaba y que definitivamente se repitió innumerables veces en el transcurso de mi historia. Pero hay finales necesarios, emocionalmente al menos, porque sirven para poder seguir, para poder sentir que hay otros etcéteras esperando a que recuperemos nuestra capacidad de fluir. Hay finales que son un principio y que, aunque nos llenen de dudas por los "pudo ser", hay que asumir cuando "ya no fue" o "sólo eso fue", no hay más y es hora de partir, hora de movernos, de levantarnos, de abrir los brazos y gritar con fuerza para dar la bienvenida a los etcéteras que vendrán.