lunes, diciembre 31, 2007

Un año de cambios

Recordando los propósitos que me hice el año pasado y que siguen siendo los mismos para el 2008, me puse a pensar en lo que se me viene y en lo que quiero que se venga a mí.
Se me viene un nuevo trabajo, más desafiante, más exigente y con todo lo que la novedad implica. Poner a prueba mi capacidad de aprender, mi capacidad de relacionarme con otros y de generar ambientes de colaboración y de confianza. Avivar mi capacidad de pelear, sin violencia ni descalificaciones y de ganar peleas justas. No olvidar que debo hacerme publicidad, para que mis logros sean reconocidos y mis errores perdonados. Debo ser capaz de acatar órdenes, pero también de convencer a mis superiores de cambiar las órdenes con las que no concuerdo. Tengo que recordar que en la vida y en la pega se vive negociando, recuperando y cediendo.
En mis relaciones familiares, las cosas viven en permanente mutación, porque yo cambio y Felipe también y nuestro entorno empieza, en consecuencia a adquirir nuevos matices. Quiero, entonces, ser capaz de aceptar mis propios cambios y los de mi hijo. Quiero seguir manteniendo la comunicación que hoy mantengo con él. Espero tener siempre temas de convergencia con Felipe, que aunque mi cuerpo envejezca, mi mente se mantenga joven, capaz de escucharlo y entenderlo. Quisiera lograr no comunicarle tan fuertemente mi angustia, para que él pueda relajarse y pasarlo bien, aunque yo esté con los nervios de punta. Quisiera también, aprender a conversar con mi madre, sin pelear con ella, sin amenazas ni chantajes emocionales. Espero poder conservar a mis amigos, que son como mis hermanos de vida; a la Veru, de Conce, a quien nunca olvido, a la Pao, la Chelo, la Paz viajera, a la Vilma, al Leo, a la Zúñiga. Espero poder seguir siendo una buena hermana, cuñada y tía, presente y comprometida con ellos. Quiero ser miembro de mis familias de origen, una Salinas y una Moncada, aunque a veces no sea fácil y demasiados aspectos dependan sólo de mí, que eso no sea una carga difícil de llevar, sino que cada día se aliviane más.
Que no me falte juerga, ni carrete, ni pasión. Que el amor siga siendo un eje, aunque el de pareja sea esquivo (o la esqiva soy yo¿?), pero que todas las otras versiones del amor sigan siendo potentes en mí.
Que Dios siga escuchándome y guiando mis pasos. Que mi fe sea un faro que me ilumine, aunque la iglesia sea cada día menos relevante en mi vida, que Dios sepa que eso no incide un milímetro en la fe que siento en Él.
QUE EL 2008 SEAMOS AÚN MÁS FELICES QUE EL 2007!!!!

No hay comentarios.: